martes, 24 de mayo de 2011

pesticidas

Durante el mes de abril se llevó acabo la capacitación en Daños a la Salud y Medio Ambiente ocasionados por Plaguicidas, a estudiantes de enfermería de la Escuela Nacional de Salud (ENS) del departamento de La Paz, con el objetivo de que los estudiantes puedan reconocer los signos y síntomas que se presentan en una Intoxicación Aguda por Plaguicidas (IAPS), impartiendo un tratamiento inicial adecuado y así, además, puedan conocer las medidas de prevención que se pueden tomar para evitar una intoxicación y/o contaminación del medio ambiente.
Se pudo evidenciar en el desarrollo de la misma, que la mayoría de los estudiantes desconocían los plaguicidas, su manejo y las consecuencias que conlleva el mal uso de los mismos, tanto para el hombre, como para el medio ambiente.
Al mismo tiempo, se capacitó a los estudiantes de Estadística de la ENS, en primeros auxilios en caso de una Intoxicación Aguda por Plaguicidas (IAPS) y en la correcta recopilación de la información obtenida de la Ficha Epidemiológica de IAPS y su distribución dentro del Sistema Nacional de Información (SNIS).
Los estudiantes aplaudieron la iniciativa de Plagbol y de la ENS de trabajar en coordinación, ya que cuando ellos se encuentren desarrollándose dentro de su ámbito profesional podrán brindar una atención temprana y adecuada al paciente intoxicado.
plagicidas
Cerca a un millar de potenciales asesinos conviven en los hogares y en los sembradíos de los pequeños productores del país: los plaguicidas. Estas sustancias químicas tóxicas, utilizadas para eliminar las plagas agrícolas, pueden causar efectos agudos (a corto plazo) y crónicos (a largo plazo) irreversibles para la salud.
Según investigaciones realizadas en América y publicadas por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre los procesos patológicos que se desarrollan en el organismo por la exposición repetida a los plaguicidas —en función a las características toxicológicas de cada sustancia y a las condiciones de salud de las personas expuestas— están el cáncer, las mutaciones en los fetos, la esterilidad y las lesiones hepáticas.
Bolivia es uno de los países con los más altos niveles de uso de plaguicidas en la región. “Existen cerca de mil plaguicidas en el país. De ellos, unos 70 son extremada y altamente tóxicos y deberían ser prohibidos por los daños que causan a la salud”, explica Tania Santiváñez, especialista en plaguicidas y parte de la Red de Acción en Plaguicidas y sus alternativas para América Latina (Rap-Al) en Bolivia.
Santiváñez asegura que la situación se agrava por el manejo y almacenamiento inadecuado de estas sustancias por parte de pequeños productores. “Compran plaguicidas en las ferias campesinas y sin el asesoramiento de un agrónomo, y los transportan junto a sus alimentos”.
Además, explica la profesional que realiza estudios en el área rural de Cochabamba, los campesinos no usan recipientes especiales, guantes ni mascarillas para manipular los químicos. “Algunos incluso prueban con la lengua el plaguicida para ver si el agroquímico es fuerte, y cuando fumigan no usan traje de protección y terminan empapados con el tóxico. Lo más grave es que muchos los almacenan debajo de sus camas, cuando éstos deberían estar lejos de sus viviendas”.
Estas prácticas, sumadas a la mala alimentación, son el caldo de cultivo para las intoxicaciones agrotóxicas, producidas por sustancias químicas que se usan en la industria agropecuaria.
Se tienen reportes documentados de efectos de los plaguicidas como leucemias mieloides y anemia aplástica en Tarija y abortos espontáneos y malformaciones congénitas en hijos de mujeres floricultoras en Cochabamba y de colonizadores de Yapacaní en Santa Cruz, según reportes del Centro de Estudios e Investigación en Impactos Socioambientales (CEIISA).
Este mes, en Ivirgarzama (Cochabamba), una mujer dio a luz a gemelos con malformaciones: uno con sirenomelia (fusión de las extremidades inferiores) y el otro con el ano imperforado (no tenía orificio anal). El padre afirmó que dormía en una cama cuya parte inferior usaba para almacenar los plaguicidas.

Con datos de la OPS/OMS, el Proyecto Plaguicidas Bolivia señala que “está científicamente comprobado que los plaguicidas carbamil, captán y paraquat, entre otros usados en los campos del país, generan efectos teratogénicos (malformaciones)”.
El 2004, la Universidad Mayor de San Simón de Cochabamba llevó a cabo una investigación en la localidad agrícola de Parotani.
El estudio reveló que “70% de la población presenta niveles bajos de acetilcolinesterasa, indicador de intoxicación aguda por plaguicidas”. Mientras que la toxicogenetista Emma Ruiz concluyó, tras un estudio realizado en las zonas productoras de flores de Cochabamba, que los pesticidas tienen un efecto sobre las estructuras cromosómicas.
“El significado de este hallazgo podría estar vinculado a una mayor predisposición de cánceres, y si inferimos que un incremento similar se produce en las células gaméticas, podríamos esperar un incremento de abortos espontáneos y malformaciones congénitas entre la población expuesta”, concluye la experta en un documento.
A pesar de estos indicadores, los médicos que egresan de los centros de estudio del país no cuentan con conocimientos especializados en toxicología clínica, por lo cual los diagnósticos de estas patologías —que se presentan en las áreas rurales de Santa Cruz, Cochabamba, Tarija y, en menor incidencia, en La Paz— suelen ser atribuidos a otros factores, como lo asegura la química Tania Santiváñez.
Para el doctor Efraín Vallejo, director de Epidemiología del Servicio Departamental de Salud de Cochabamba, si bien se presentan casos en Bolivia con las características de la intoxicación por plaguicidas, “no se puede concluir que sean específicamente por el uso de estos agrotóxicos. Para comprobarlo, sería necesario realizar un estudio que sea de largo aliento”.
El 70% de la población de Parotani presentó, el 2004, niveles bajos de acetilcolinesterasa, indicador de intoxicación aguda por plaguicida.
Prevalencia
El director del hospital de Ivirgarzama dice que no hay forma de probar una relación con los herbicidas.
En un año nacieron 6 bebés malformados en el Trópico.
En el hospital de Ivirgarzama, hasta donde llegan pacientes de todo el trópico de Cochabamba, se produjeron seis nacimientos de bebés con algún tipo de malformación en un periodo de un año, aunque su director asegura que no se halló un patrón repetitivo que les permita establecer que los casos tengan alguna relación con el uso de plaguicidas.
Después de Santa Cruz, el departamento que más productos químicos utiliza en la producción agrícola es Cochabamba, donde, a diferencia del oriente, este material tóxico es manipulado de manera más precaria por los pequeños productores.

“Sólo basta con revisar los casos para comprobar que esta patología, característica de los plaguicidas, se presenta en áreas donde se manejan agrotóxicos, especialmente en Cochabamba, donde los pequeños productores no manejan estas sustancias adecuadamente.
¿Qué más pruebas se necesitan para tomar acciones y prohibir el uso de las sustancias más tóxicas?”, manifestó la especialista en plaguicidas Tania Santiváñez.
Henry Tordoya, director del hospital de Ivirgarzama, afirmó que “lo que más he visto es la polidactilia, niños que nacen con más de cinco dedos en las manos o en los pies, seis en su mayoría, algunas veces siete”.
Un caso que llamó la atención se registró en un recién nacido con múltiples anomalías. “Tenía labio leporino, paladar hendido, polidactilia, frente prominente, y, obviamente, no podía alimentarse, era prematuro y la madre prácticamente le dio la espalda”.
A inicios de este mes, una mujer dio a luz a gemelas con malformación en ese nosocomio; no obstante, el galeno aclara que si bien “por los componentes químicos se podría deducir (que son los plaguicidas los que produjeron estos problemas), no existen estudios realizados en la madre, el padre o en las niñas”.
Tordoya aseguró que la tasa de incidencia en niños malformados es muy baja, seis por mil nacidos vivos. Enviada al Trópico.

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